Francisco Camps, en la sala de espera del Tribunal Supremo

09.04.2013 11:29

Hace hoy 441 días, Francisco Camps guiñaba un ojo al cielo y musitaba: "Gracias, Dios mío". Acababa de escuchar al portavoz del jurado popular que debía dirimir si el ya ex presidente de la Generalitat Valenciana y el ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, eran o no culpables de un delito continuado de cohecho impropio: "El jurado por mayoría, con 5 votos a favor y 4 en contra, encontramos al acusado Don Francisco Camps Ortiz no culpable del hecho delictivo...". El resto de la frase se completa con los gritos y los aplausos de los amigos y familiares de Camps y con el juez Climent ordenando desalojar la sala.

Un año y dos meses después, vuelve la llamada 'causa de los trajes', derivada del caso Gürtel. Esta vez a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que revisará hoy a puerta cerrada la sentencia de absolución tras admitir un recurso de los socialistas valencianos. El Supremo, que ya reabrió el caso en 2010 después de que el TSJ de Valencia lo archivara, puede confirmar la sentencia de Valencia o puede revocar la decisión adoptada por el jurado popular y ordenar la repetición del juicio.

26 días de juicio

 

Francisco Camps, a la puerta del TSJ durante el juicio por los trajes. | José Cuéllar

Francisco Camps, a la puerta del TSJ durante el juicio por los trajes. | José Cuéllar

  • El Tribunal revisa hoy la absolución de Camps y Costa por un jurado popular
  • El Supremo ya ordenó reabrir el caso en 2010 tras archivarlo el TSJ en Valencia
  • Un recurso del PSOE, que representa a la acusación popular, fuerza la revisión

Camps y Costa se sentaron el 13 de diciembre de 2011 en el banquillo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana acusados de haber recibido varios trajes y prendas de ropa pagadas por las empresas de la trama Gürtel. Ni uno ni otro pudieron demostrar durante 26 días de juicio haberlas pagado, sin embargo el tribunal, formado por seis hombres y tres mujeres anónimos, tampoco encontraron pruebas suficientes de que fueran Correa, 'El Bigotes' y compañía quienes se las regalasen.

El jurado popular fundamentó su veredicto en la declaración de Isabel Jordán, quien fuera administradora de varias empresas de la trama 'Gürtel'. Ella fue la primera persona que implicó a Camps en el caso, pero en el juicio dudó. "¿Puede afirmar que le pagaron prendas a Camps?", preguntó el implacable Javier Boix, letrado del ex presidente. "No", respondió Jordán.

También fue decisivo el paso por el TSJ del singular José Tomás, que llegó como sastre y salió reconvertido en "director de moda". Tomás dejó grandes declaraciones. Aseguró que Camps le llamó cuando arrancó el 'caso Gürtel' y le dijo: "Sácame de ésta y cuando esto pase aquí abajo no te faltará de nada". Juró por Dios que el ex presidente nunca pagó sus trajes, pero dejó en el aire demasiadas contradicciones, que las defensas de los políticos supieron subrayar.

En el lado contrario, la Fiscalía Anticorrupción y la acusación popular, representada por el abogado del PSOE, mantuvieron durante el juicio que los dos acusados recibieron en función de su cargo los regalos pagados por Gürtel.

Según su versión, el ex presidente aceptó entre 2005 y 2008 que la trama le regalara tres trajes y tres americanas adquiridas en la tienda Milano, y siete trajes, dos pares de zapatos y una americana de Forever Young. Todo por un importe de 13.121 euros. Ricardo Costa, por su parte, habría recibido cinco trajes, dos americanas y nueve pantalones, prendas valoradas en 10.075 euros.

Las fiscales Myriam Segura y Concepción Sabadell expusieron hasta 18 motivos para considerar culpables a Camps y Costa, entre ellos la condena del ex vicepresidente Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de Turismo, Rafael Betoret. Ambos confesaron los regalos.

La fiscal Segura se dirigió al jurado: "Si aparece nuestro chaval con la cara manchada de chocolate, ya no está la tableta en el armario y el chaval lleva el envoltorio en la mano, ¿necesitamos ver quién se lo ha comido?".

Tras la absolución, la Fiscalía decidió no recurrir la sentencia. El PSOE sí lo hizo. Encontró defectos de forma en el veredicto del jurado popular, contradicciones y errores de apreciación. Su escrito devuelve a Camps a la sala de espera del Supremo. *